Esta Coca de San Juan, es todo un lujo, ha salido deliciosa. Hace un par de años publiqué otra, que la podéis ver AQUÍ. He cambiado un poco la masa, he puesto manteca en lugar de mantequilla y algunos otros cambios. El resultado es excelente.
INGREDIENTES
PARA LA MASA
1/2 Kg. de harina de fuerza
100 Gr. de azúcar
Una Pizca de sal
2 Huevos medianos
25 Gr. de levadura fresca de panadero
50 Gr. de manteca de cerdo
La piel de un limón
125 Gr. de leche
1 Cucharada de agua de azahar
PARA LA TERMINACIÓN
Naranjas confitadas
4 o 5 Cucharadas de azúcar
50 Gr. de piñones
1 Huevo batido para pintar
Un chorreón de anís dulce.
PREPARACIÓN
Para el amasado he utilizado la Thermomix.
Ponemos el azúcar en el vaso. Trituramos a velocidad 30 unos segundos, añadimos la piel del limón, sólo la parte amarilla.
Trituramos a velocidad máxima hasta que la piel quede totalmente triturada.
Añadimos la leche. Programamos 1 minuto a 37º y velocidad 4. A continuación 30 segundos a velocidad 10.
Incorporamos los huevos y la levadura desmenuzada y la pizca de sal.
Mezclamos 15 segundos a velocidad 4.
Pesamos la harina y la pasamos por un colador, dejándola en un bol.
Ponemos la máquina a velocidad 4 y vamos incorporando la harina poco a poco. Según vayamos echando la harina y vaya espesando, iremos subiendo la velocidad hasta llegar a la 10.
A continuación amasamos 5 minutos a velocidad espiga.
Es el momento de añadir la manteca. La vamos echando poco a poco con la máquina en marcha, a velocidad espiga.
Amasamos 2 minutos más a velocidad espiga.
Tapamos el vaso y dejamos reposar la masa hasta que salga por el bocal. En este caso ha estado una hora.
Destapamos el vaso, bajamos la masa con la espátula.
Volvemos a cerrar el vaso y programamos 15 segundos a velocidad 10 y 2 minutos a velocidad espiga.
Ponemos un poco de harina en la mesa de trabajo y sacamos la masa.
La masa tiene que estar elástica y suave. Hacemos una bola y la golpeamos contra la mesa de forma que se estire.
La doblamos como vemos en la foto y la volvemos a golpear contra la mesa y a doblar. Repetimos la operación unas cuantas veces, Cuanto más trabajemos la masa más suave se pondrá.
La estiramos con el rodillo enharinado. Sabremos si la masa está en su punto, si al estirarla se mantiene y no se encoge. En ese caso la dejamos reposar 10 minutos y volvemos a estirarla. Con esta cantidad de masa, podemos hacer una coca grande o dos más pequeñas, que se le suele dar forma ovalada. Yo he optado por hacer una grande.
La colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear. La adornamos con las frutas escarchadas, que presionaremos un poco con los dedos para que se queden pegadas a la masa. La dejamos reposar en un lugar fuera de corrientes para que doble la masa. Yo la suelo poner en el horno apagado y cerrado. Si lo calentamos 5 minutos a 50º y lo apagamos, acelerará el proceso de levado.
Los piñones los podemos poner en agua para que se hidraten mientras reposa la coca.
Ya vemos como ha aumentado el volumen de la masa. Ha tardado 1 hora y cuarenta y cinco minutos. A veces puede tardar 2 o 3 horas, depende de la levadura, de la harina, de la temperatura, etc.
Batimos el huevo y pintamos toda la superficie.
Ponemos por encima los piñones, que habremos colado para quitarles el agua y espolvoreamos abundante azúcar.
Precalentamos el horno a 190º y metemos la coca a media altura, calor arriba y abajo. En unos 20 minutos estará lista. Cuando la veamos dorada. Apagamos el horno, entreabrimos la puerta y la dejamos dentro unos 5 minutos. A continuación la sacamos y echamos un chorrito de anís dulce por toda la superficie. Al contacto con el azúcar caliente, se cristaliza y queda una superficie crujiente y estupenda.