Esta receta de Focaccia es facilísima de hacer pues no hay que amasar, sólo mezclar ingredientes y el tiempo y el frigorífico se encarga de dejar una masa perfecta, queda crujiente por fuera y esponjosa por dentro. En casa la hemos hecho varias veces y está deliciosa. La receta la vi en un canal de youtube, Las Recetas de Esbieta, os lo recomiendo. Los ingredientes del relleno los podemos ir variando, por ejemplo, cambiando las hierbas aromáticas, poniendo unos tomates secos, o unos cherrys, o lo que se nos ocurra.
INGREDIENTES
PARA LA MASA:
470 Gr. de harina de fuerza
400 Ml de agua templada
10 Gr. de levadura fresca de panadero
9 Gr. de sal
10 Gr. de aceite de oliva virgen extra
PARA EL RELLENO:
1 o 2 Dientes de ajo
1 Ramita de romero fresco
Aceitunas negras sin hueso
Sal Maldon o en escamas. En su defecto sal gruesa
ADEREZO: 2 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra y 1,5 de agua
PREPARACIÓN
Vamos a preparar la masa. En un bol ponemos el agua templada, no demasiado caliente. Disolvemos la levadura.
Añadimos el aceite y la sal. Mezclamos.
Incorporamos la harina tamizada. Vamos mezclando poco a poco con una cuchara hasta incorporar toda la harina.
La masa queda pegajosa y blanda, si la tocamos se nos pega a las manos, debe de ser así. Como todas las harinas no absorben la misma cantidad de agua, la cantidad de la misma puede variar ligeramente.
Tapamos el bol con papel film y dejamos que repose 20 minutos. Pasado ese tiempo destapamos la masa, ponemos un bol con agua para mojarnos las manos, nos las mojamos y vamos a estirar la masa levantándola por un lateral y plegándola sobre si misma. Giramos el bol 180 grados y repetimos la operación. Giramos el bol 90 grados y repetimos, por último volvemos a girar otros 180 grados y hacemos lo mismo. Para que se entienda mejor, si imaginamos la masa como un cuadrado, tenemos que hacer esta operación en sus cuatro lados, plegándola en forma de sobre.
Volvemos a tapar la masa y la dejamos reposar otros 20 minutos. Repetimos la operación anterior. Volvemos a dejar reposar la masa otros 20 minutos y volvemos a plegarla como he explicado anteriormente. En total reposará y será plegada en tres ocasiones. Después de cada reposo y plegado veremos como la masa va estando menos pegajosa, más elástica y se va llenando de aire.
Después del último plegado, echamos un chorreón de aceite en el fondo del bol y lo repartimos, colocamos la masa, lo tapamos con papel film o lo metemos en una bolsa de plástico y lo llevamos al frigorífico donde reposará hasta el día siguiente, 24 horas más o menos. Podríamos tener la masa hasta 3 días en el frigorífico, pero en ese caso cada día la sacaríamos le daríamos unas vueltas para deshincharla y de nuevo al frigorífico. Así hasta el día que la vayamos a hornear, ese día no lo hacemos.
Ponemos sobre la bandeja del horno papel de hornear, echamos un buen chorreón de aceite de oliva y lo repartimos por toda la superficie, esto es para conseguir una corteza crujiente en la parte inferior.
Dejamos caer la masa en el centro del papel de hornear, sin amasarla, es importante que no le saquemos el aire, con los dedos mojados en aceite la vamos extendiendo con suavidad, sin aplastarla, como vemos en la imagen. Si se resiste, la dejamos en reposo 10 minutos y la seguimos extendiendo.
Vamos a preparar el aderezo. Ponemos en un recipiente las dos cucharadas de aceite de oliva y la cucharada y media de agua, con un tenedor batimos hasta que se integren bien, emulsionando.
Una vez extendida toda la masa, cortamos los ajos en bastoncitos y los vamos clavando por toda la masa, recortamos las aceitunas en tres o cuatro rodajas cada una y también la repartimos, distribuimos el romero, con una cuchara repartimos la emulsión de aceite y agua. Por último echamos sal maldon o sal gruesa por encima.
Un rato antes habremos encendido el horno a 250º con calor sólo en la parte de abajo. Cuando haya adquirido la temperatura, bajamos la temperatura a 230º, calor arriba y abajo. Metemos la focaccia y horneamos aproximadamente 20 minutos, o hasta que se dore a nuestro gusto. Recién hecha está insuperable.