Esta receta la he preparado con judiones de la Granja, igual la podríamos hacer con fabes asturianas, judías blancas o pochas. Es una receta muy fácil de preparar y el resultado es fantástico. Imprescindible una buena materia prima. Con muy pocos ingredientes nos sale un plato delicioso.
INGREDIENTES
1/2 Kg. de judiones de la Granja
1/2 Kg. de almejas
2 Cebollas
4 Dientes de ajo
1 o 2 Hojas de laurel
3 o 4 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra
100 Ml de vino blanco
1 Ramillete de perejil
2 Cayenas (opcional, para darle un punto picante)
Agua y sal
PREPARACIÓN
La noche anterior ponemos en remojo los judiones con abundante agua, para tenerlos en remojo unas 12 horas. Este es el resultado una vez remojados y escurridos, habrán duplicado su volumen.
Dos hora antes de empezar a cocinar, pondremos las almejas en un recipiente con agua y una cucharada de sal, para que suelten la arena. El agua debe tener sal imitando el agua de mar. Si no disponemos de tanto tiempo, como mínimo debemos tenerlas una hora. Las que estén rotas las desecharemos.
Pasado ese tiempo, las lavamos bajo el grifo en un colador.
Ponemos una sartén o un cazo al fuego con 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Echamos una de las cebollas, dos dientes de ajo bien picados y un poco de sal. Los pochamos a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente.
Subimos el fuego y añadimos las almejas. Les damos unas vueltas.
Vertemos el vino blanco, tapamos el cazo y esperamos a que se abran. Movemos de vez en cuando. Se abrirán enseguida.
Las revisamos y retiramos las que no se hayan abierto. Añadimos el perejil muy picado.
Mezclamos, apagamos el fuego y reservamos.
En una olla, yo he utilizado una de hierro fundido, ponemos los judiones que habíamos tenido en remojo, una vez escurridos. Echamos la otra cebolla partida por la mitad, los dientes de ajo pelados y la cayena, si queremos darle el toque picante. Añadimos agua fría hasta cubrirlos ligeramente. Si en el sitio en el que vivimos el agua no es demasiado buena es mejor utilizar agua mineral. No les añadiremos sal, la dejaremos para el final.
Cuando vaya a empezar a hervir, bajamos el fuego y las tenemos cociendo a fuego mínimo, que hierva, pero no a borbotones hasta que estén hechas, Cuando empiecen a hervir les echamos un chorro de agua fría, esto ayudará a que no se despellejen. Esta operación la repetimos una o dos veces más. El tiempo de cocción depende del tipo de judías, del tipo de agua, etc. Yo las tuve unas 2 horas y 45 minutos.
Mejor con la olla tapada, pero controlando siempre que no hiervan fuerte porque se despellejarían. Durante todo el proceso, de vez en cuando movemos la olla para que se vaya mezclando todo, pero sin meter la cuchara porque romperíamos los judiones.
Cuando estén hechas, para saberlo las probamos y comprobamos que están blandas y bien cocidas, sacamos la cebolla, un par de cucharadas de judías, un poco de caldo y lo trituramos en la batidora. Una vez batido lo echamos de nuevo a la olla. Esto sirve para espesar un poco el caldo. Hay quien lo hace echando un poco de harina en la sartén antes de echar las almejas pero yo prefiero hacerlo de esta manera.
Incorporamos las almejas que teníamos reservadas y las dejamos cocer unos 5 o 7 minutos junto con las judías para que se mezclen bien los sabores. Movemos la olla, no metemos la cuchara. Es el momento de probar para ver como están de sal y rectificar a nuestro gusto.
Servimos y a disfrutar. Estos guisos están mejor con un poco de reposo, incluso están mejor al día siguiente.