El magret de pato no es más que la pechuga de pato que ha sido cebado para producir foie. Es una carne bastante grasa y jugosa y con un sabor delicioso. El magret lleva una capa gruesa de grasa en una de sus caras que servirá para cocinarlo y que se irá deshaciendo en la sartén. Se suele acompañar con alguna salsa agridulce, compota de algunas frutas como manzana, frutos rojos. Yo lo he acompañado con cebolla caramelizada. Podéis ver la receta AQUÍ.
INGREDIENTES
1 Magret de pato
Sal
PREPARACIÓN
Antes de cocinarlo lo sacamos del frigorífico y lo tenemos a temperatura ambiente una hora.
El magret por una de las partes tiene una capa bastante gruesa de grasa y por la otra la carne de la pechuga. Por ésta cara tiene algunas telillas y trozos de grasa que deberemos eliminar con un cuchillo afilado.
Aquí ya lo tenemos limpio.
Por la parte de la grasa le damos unos cortes en forma de rombo pero sin llegar a la carne, cortando únicamente la grasa.
Ponemos una sartén a fuego medio/bajo, sin nada de aceite. Colocamos el magret con la capa de grasa hacia abajo y dejamos que se vaya deshaciendo parte de la grasa. Enseguida veremos como la sartén se va llenando del líquido de la grasa. Ponemos fuego medio. Si el fuego está muy alto nos quedará demasiado crudo y si está muy bajo no nos quedará sonrosado y jugoso. Podemos ir retirando con una cuchara parte de la grasa licuada.
Cuando esté suficientemente dorada la capa de grasa, le damos la vuelta y seguimos cocinando por la otra cara. El resultado tiene que ser una carne sonrosada y jugosa por dentro y dorada y crujiente por fuera.
Una vez hecha, la cortamos en lonchas de medio cm. o un poco más y servimos antes de que se enfríe, con la salsa que hayamos elegido.
Con la cebolla caramelizada está delicioso. Una vez cortado le ponemos un poco de sal por encima, si es sal en escamas, mejor.