Hoy vamos con una receta sencilla, y estupenda, que hago con mucha frecuencia y que no había publicado. Los champiñones al ajillo se preparan en un momento y es un excelente aperitivo, sano y con pocas calorías, sólo las del aceite de freírlos, que yo no le pongo mucho.
INGREDIENTES
400 gr. de champiñones
4 o 5 dientes de ajo
3 Cayenas, (si nos gusta picante, si no, las suprimimos o ponemos menos)
1/2 Limón pequeño
3 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Un poco de perejil picado
Sal
PREPARACIÓN
Les cortamos la parte del pie que tiene la tierra. Lavamos los champiñones o los limpiamos con un paño húmedo para quitarles los restos de tierra. Si los hemos lavado hay que escurrirlos y secarlos uno a uno con un papel de cocina. Esto es muy importante pues si tienen humedad empiezan a soltar agua y se cuecen en vez de freírse. Los cortamos por la mitad y cada mitad en varios trozos, como vemos en la foto. Es mejor que queden trozos no muy finos.
Ponemos a calentar la sartén con el AOVE, los ajos pelados y fileteados y las cayenas a fuego medio para que no se quemen los ajos.
Cuando los ajos se doren un poco incorporamos los champiñones, ponemos un poco de sal y ahora si, el fuego fuerte, al máximo, para que se evapore rápido el agua que suelten y no se cuezan.
Les damos vueltas constantemente para que no se quemen. Cuando se doren un poco, a nuestro gusto, y se haya consumido todo el caldo soltado, echamos el zumo de limón y el perejil picado, les damos unas vueltas más y los sacamos. A mi me gusta que queden un poco "al dente".
Los servimos bien calentitos.
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