El otro día tapeando por ahí me pusieron unas croquetas de queso Gorgonzola que estaban deliciosas, me he puesto manos a la obra y aquí os dejo la receta. Quedan unas croquetas, blanditas por dentro, crujientes por fuera y con un sabor delicioso. Siempre, una vez puestos, hago una buena cantidad para congelar parte de ellas. Si queréis hacer menos es cuestión de dividir los ingredientes. Con las cantidades que he puesto salen unas 35 o 40 croquetas de buen tamaño.
INGREDIENTES
1/2 Cebolla
175 Gr. de queso Gorgonzola
35 Gr. de mantequilla
35 Gr. de aceite de oliva virgen extra
140 Gr. de harina
1 Litro de leche
Sal y pimienta. Si se quiere también se puede poner una pizca de nuez moscada.
Para rebozar, 2 huevos, harina y pan rallado.
PREPARACIÓN
En una cazuela o en una sartén ponemos a calentar la mantequilla con el aceite. Cuando se derrita la mantequilla añadimos la cebolla bien picada, ponemos un poco de sal y dejamos que se poche a fuego medio.
Cuando la cebolla toma color añadimos la harina.
Tenemos que tostar un poco la harina para que las croquetas no sepan a harina cruda, para ello removemos con una cuchara de madera o mejor unas varillas de mano y dejamos al fuego unos 2 minutos.
El truco para que no se hagan grumos es ir echando la leche poco a poco y mezclar con energía para que se valla incorporando a la masa. No hace falta calentar la leche previamente.
Seguimos echando pequeñas cantidades de leche y mezclamos sin parar, cuando se incorpore a la masa seguimos echando y así hasta terminar toda la leche.
Salpimentamos a nuestro gusto y si hemos decidido poner la pizca de nuez moscada, éste es el momento . Cuidado con la sal pues el queso suele estar un poco salado. Si por lo que sea, os salen grumos, podéis pasarle el brazo de la batidora y se deshacen sin problema.
El queso lo cortamos en trocitos.
Una vez incorporada toda la leche y la masa está homogénea, incorporamos el queso que se irá deshaciendo con el calor de la masa. Seguimos mezclando.
Pasados 10 o 12 minutos la masa estará lista, lo comprobamos si al pasar la cuchara por el fondo del recipiente la masa se aparte y se ve el fondo limpio. Ahora es el momento de probar la masa y rectificar de sal si procede.
Vertemos la masa en una fuente y dejamos que pierda un poco la temperatura, la tapamos con papel film y una vez fría la metemos en el frigorífico, como mínimo 2 o 3 horas, mejor si la hacemos de un día para otro.
Vamos a formar las croquetas. Preparamos tres platos uno con harina, otro con huevo batido y el tercero con pan rallado.
Las podemos formar con las palmas de las manos ligeramente engrasadas con aceite o con dos cucharas. Las pasamos primero por harina, después por el huevo batido y por último por el pan rallado. Si vamos a congelar parte de ellas las congelamos así, una vez rebozadas. Luego el día que las vayamos a tomar, las sacamos y las freímos directamente o sacándolas un ratito antes.
Ponemos abundante aceite en un cazo o una sartén y cuando esté bien caliente las vamos friendo por tandas, hasta que estén doradas a nuestro gusto. Las sacamos y las ponemos sobre un papel de cocina para que absorban el exceso de aceite y listas para comer.