ROSAS DE HOJALDRE Y MANZANA

Ésta es una receta muy sencilla que queda bastante llamativa, es realmente rápida y fácil de hacer y están buenísimas. La he visto en varios vídeos de Youtube y he hecho mi versión.

INGREDIENTES

2 Manzanas, (aunque en las fotos puse tres, sólo utilicé dos)

1 Lámina de hojaldre rectangular

1/2 Limón

2 Cucharadas de azúcar

1 Vaso de agua

2 o 3 Cucharadas de mermelada. Yo utilicé de albaricoque

1 Pizca de canela

Azúcar glas para adornar

PREPARACIÓN

Las manzanas pueden ser las que más nos gusten, yo las utilicé rojas Royal Gala. Las lavamos bien pues las vamos a utilizar con piel. Les quitamos el corazón

Si no tenéis el artilugio para descorazonarlas, las cortáis por la mitad y lo retiráis con un cuchillo.

Con un cuchillo afilado las cortamos en láminas finas.

Ponemos en un bol el vaso de agua, el zumo del medio limón y las dos cucharadas de azúcar, mezclamos bien para que se disuelva el azúcar, echamos las manzanas laminadas y removemos todo, de forma que las láminas queden sueltas y se impregnen del líquido para que no se oxiden.

Las metemos en el microondas 3 minutos a potencia máxima, de forma que al sacarlas estén algo blandas y no se rompan al doblarlas. Las colamos y reservamos. El líquido no lo vamos a utilizar. Las ponemos sobre un papel de cocina para que no estén demasiado húmedas y no abladen el hojaldre. 

Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa de trabajo, extendemos la lámina de hojaldre y la estiramos un poco con un rodillo, para que quede finita. La cortamos en 6 o 7 trozos como vemos en la foto.

Ahora vamos a formar las rosas. Colocamos una tira de hojaldre sobre la mesa, en la mitad superior ponemos un poco de mermelada y vamos colocando las láminas de manzana superpuestas y que sobresalgan un poco del hojaldre por la parte de arriba.

 

Espolvoreamos un poco de canela.

Doblamos la parte inferior del hojaldre sobre la manzana y la vamos enrollando como vemos en la siguiente foto.

Las vamos colocando sobre la bandeja del horno, metidas en moldes de silicona o de muffins, para evitar que se desenrosquen.

Las metemos en el horno a media altura,  precalentado a 190º,  unos 30 minutos, hasta que veamos que están hechas. Los primeros 10 o 12 minutos con calor sólo por abajo para que el hojaldre quede tostado y más crujiente. Después ponemos el  calor  arriba y  abajo hasta terminar el horneado. Si vemos que la manzana se empieza a tostar demasiado, les ponemos un papel de aluminio por encima.

Aquí vemos como queda el hojaldre tostado y crujiente en la base.

Cuando termine el horneado, las sacamos, desmoldamos y cuando pierdan algo de calor les  espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima.

CROQUETAS DE MORCILLA Y CEBOLLA CARAMELIZADA

Estas croquetas que he preparado están verdaderamente deliciosas, tienen un sabor especial que les da la cebolla caramelizada y que sorprende, pues tienen ese punto algo dulce que les proporciona la cebolla y que contrasta con el salado de la morcilla. En cada zona tenemos unas morcillas distintas, yo he utilizado unas de la zona de Almería, de Serón, que son de cebolla y de una calidad estupenda.

INGREDIENTES (Con estas cantidades  salen unas 35 croquetas de un tamaño "normal")

180 Gr. de morcilla de cebolla

100 Gr. de cebolla caramelizada. ( Podéis ver la receta AQUÍ )

30 Gr. de mantequilla

30 Gr. de aceite de oliva virgen extra

100 Gr. de harina

750 Gr. de leche

Sal

1 Pizca de nuez moscada

1 o 2 Huevos y pan rallado para rebozar

PREPARACIÓN

Ponemos una sartén o cazuela al fuego con la mantequilla y el aceite. Cuando se derrita la mantequilla incorporamos la morcilla pelada y troceada.

La sofreímos, desmenuzándola con una cuchara de madera o una espátula. Aproximadamente unos 5 minutos a fuego medio.

Añadimos la cebolla caramelizada y mezclamos todo. (Si preparáis la cebolla caramelizada, con el mismo trabajo podéis hacer  mayor cantidad de la que vamos a usar y la que os sobre la podemos utilizar en un montón de aperitivos y comidas)

Incorporamos la harina, mezclamos y sin parar de mover cocinamos unos 5 minutos para que la harina pierda el sabor a crudo.

Vamos incorporando la leche poco a poco, mezclando con suavidad al principio y cuando la leche esté toda incorporada, más enérgicamente. Añadimos la pizca de nuez moscada.

Vamos removiendo sin parar, para que no se nos pegue, unos 10 minutos, notaremos que está la masa lista cuando se despegue con facilidad de la sartén. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.  La cantidad de leche va un poco según el gusto de cada uno, si las croquetas nos gustan muy blanditas por dentro, se puede añadir algo más. Si están demasiado blandas se nos pueden abrir al freírlas. Con estas cantidades salen cremosas y se fríen sin problemas.

Antes de que se enfríe, la echamos en un plato grande o una fuente, la tapamos con papel film, aplastando con la mano para que se pegue a la masa y que no se forme costra en la superficie y una vez fría, metemos la masa en el frigorífico como mínimo un par de horas. Yo hice la masa un día y las croquetas al siguiente.

Vamos a formar las croquetas, aquí cada uno tiene su técnica, yo las hago con dos cucharas, cogiendo una porción de masa y presionándola con otra cuchara, girando y repitiendo la operación hasta que queden a mi gusto. Si os parece complicado os podéis untar las manos con unas gotas de aceite, cogéis la masa, hacéis una bola con las palmas de las manos y, o las dejáis redondas, o las aplastáis un poco girándolas entre las palmas o contra la mesa engrasada,  para darle la forma clásica.

Las vamos depositando en un plato.

Preparamos un plato con huevo batido y otro con pan rallado.

Las pasamos primero por el huevo y después por el pan rallado.  Así como están las podemos congelar perfectamente, si no nos vamos a comer todas. 

Ponemos una sartén en el fuego con aceite de oliva y cuando esté caliente las freímos hasta dorarlas a nuestro gusto. Las vamos sacando y las depositamos en un plato con un papel de cocina, para que absorban el exceso de aceite.

Ya las tenemos listas para comer.

ARROZ CALDOSO CON GAMBONES Y BACALAO

Ente arroz caldoso, es muy sencillo y una verdadera delicia para los amantes del arroz. Si lo probáis, seguro que repetís.

INGREDIENTES (PARA 4 PERSONAS)

250 Gr. de arroz

350 Gr. de gambones

150 Gr. de bacalao desalado, (Pueden ser migas de bacalao)

1 Pimiento verde o medio rojo y medio verde

2 Dientes de ajo

1/2 Cebolla

1 Tomate maduro

5 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Agua para el caldo. 7 Veces el volumen del arroz. Cuando cueza reducirá y quedarán 5 veces el volumen del arroz.

Sal

Colorante alimentario

PREPARACIÓN

Vamos a preparar el caldo. Pelamos los gambones y les quitamos las cabezas. Ponemos en una cazuela un par de cucharadas de aceite y añadimos las cabezas y las pieles. Les damos unas vueltas hasta que cojan color, aproximadamente un par de minutos, con una cuchara de madera aplastamos las cabezas para que vayan soltando su jugo.

Añadimos el agua y salamos. Medimos en un recipiente el arroz para ver el volumen que ocupa, lo retiremos y con el mismo recipiente medimos el agua, echamos 7 veces el volumen del arroz, luego nos quedarán aproximadamente 5. 

Cuando lleve un par de minutos hirviendo, desespumamos, veremos que sale una espuma en la superficie, la retiramos con un cazo y la desechamos.

Dejamos que cueza a fuego medio unos 15 minutos, pasado ese tiempo, le metemos la batidora y trituramos todo,  para sacarle toda la sustancia.

Colamos el caldo y lo reservamos.

Mientras se hace el caldo, trabajamos con el resto de ingredientes. En la parte del gambón, donde estaba la cabeza, veremos que asoma un hilillo oscuro que es el intestino, a mi me gusta quitarlo pues suele tener algo de arena. Estiramos de él con los dedos y lo sacamos. Si hace falta damos un corte en la parte de arriba del cuerpo para facilitar la tarea.

Cortamos los gambones en trozos, ponemos en una cazuela 3 o 4  cucharadas de aceite y le damos una vuelta. En cuanto cojan color los retiramos y reservamos.

En el mismo aceite echamos las migas de bacalao previamente desmenuzadas con los dedos. Les damos unas vueltas, las retiramos y reservamos.

La cebolla, los pimientos y los ajos los picamos y los echamos en la olla con el mismo aceite donde hemos sofrito los gambones y el bacalao. Ponemos sal y sofreímos.

Cuando la cebolla empieza a estar transparente, incorporamos el tomate pelado y picado. También lo podemos rallar.

Removemos y pochamos unos 7 u 8 minutos.

Ahora echamos el arroz y lo rehogamos un par de minutos, removiendo, para que se impregne de todos los sabores.

Incorporamos el caldo, 5 veces el volumen del arroz, echamos una pizca de colorante, probamos de sal y rectificamos si es necesario. Dejamos que cueza unos 18 minutos, hasta que veamos que está hecho. Pasados 7 u 8 minutos desde el principio de la cocción, añadimos los gambones y el bacalao que habíamos reservado. 

Cuando el arroz esté hecho, apagamos el fuego, dejamos reposar 5 minutos y servimos. El arroz caldoso no puede esperar, pues absorbería el caldo y  se quedaría pastoso y "pasado".

ÑOQUIS DE CALABAZA EN SALSA GORGONZOLA

Los Ñoquis de Calabaza, son una delicia. Los podemos tomar con cualquier salsa de las que preparamos para la pasta, así, con esta sencilla salsa de queso Gorgonzola, están buenísimos. El secreto de unos buenos ñoquis es resistir a la tentación de echarles más y más harina para poderlos trabajar, pues se nos quedarían duros y los echaríamos a perder. Llevan un poco de trabajo pero vale la pena el esfuerzo.

INGREDIENTES PARA LOS ÑOQUIS (Para 2 o tres personas)

500 Gr. de calabaza, (pesada sin pelar)

140 Gr. de harina, (aproximadamente)

1 Huevo

1 Cucharada de mantequilla

1 Cucharada de aceite de oliva virgen extra

Un trozo de queso Parmesano, como unos 50 gr.

Sal y pimienta

PREPARACIÓN

Cortamos la calabaza en trozos, le quitamos la piel y las pepitas. La ponemos en un plato, la tapamos con papel film y las metemos unos 8 minutos al microondas, hasta que estén blandas.

Las destapamos y dejamos que se enfríen un poco.

Las secamos bien, trozo a trozo, con papel de cocina y las trituramos con un tenedor o un  artilugio para ese fin. No hacerlo en la batidora pues las pondría muy líquidas.

Vamos a pasarlas por la sartén, para que pierdan toda el agua posible y se concentre más el sabor. Ponemos la sartén al fuego con la mantequilla, el aceite de oliva y la calabaza. 

 Mezclamos todo, salpimentamos y dejamos que se poche a fuego medio unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando.

Pasamos la calabaza a un bol, le incorporamos la harina, el huevo, y el queso rallado.

Mezclamos para que se vayan uniendo todos los ingredientes.

Nos quedará una masa pegajosa y a primera vista, difícil de trabajar. Éste es el momento de decidir no echarle más harina aunque parezca que nos la está pidiendo a gritos. La dejamos reposar hasta que se enfríe del todo.

Ponemos abundante harina en la mesa de trabajo, echamos la masa y espolvoreamos un poco de harina por encima.

Amasamos un poco, cogemos porciones de masa y la vamos estirando formando una especie de cilindro de unos 2 cm de diámetro.

Aquí le he metido un poco más de harina, pero sólo un poco, de la que había por la mesa y la he hecho rodar para formar el cilindro.

Con un cuchillo afilado vamos cortando trocitos de 1 o 1,5 cm de largo.

Y los reservamos en una superficie enharinada.

Si queremos los marcamos con los dientes de un tenedor para que queden más bonitos. Al estar muy blando se hace difícil. Ahora nos falta cocerlos pero es mejor hacerlos justo antes de comerlos, pues se cuecen muy rápido.

Ponemos abundante agua al fuego en una olla, añadimos un poco de sal y esperamos a que  empiece a hervir. Vamos metiendo los ñoquis en varias tandas. Al echarlos se irán al fondo y enseguida saldrán a flote. Cuando empiecen a flotar, ya están cocidos, los dejamos 1 minuto más, los sacamos con una espumadera y los reservamos.

SALSA GORGONZOLA:

INGEDIENTES

Podemos añadirle más ingredientes, pero así, de esta forma tan sencilla sale estupenda. Podemos variar las cantidades según nos guste más o menos fuerte.

100 Gr de queso Gorgonzola

200 Gr. de nata de 35 % de materia grasa

PREPARACIÓN

Ponemos una sartén en el fuego con los dos ingredientes y vamos mezclando con una cuchara de madera hasta que el queso quede incorporado a la nata, sin parar de remover.

Dejamos que hierva un minuto y lista.

Ponemos los ñoquis que teníamos reservados en al plato, les echamos la salsa por encima y los comemos antes de que se enfríen.