Esta receta la podemos utilizar con bastantes pescados como pueden ser el besugo, la dorada, la lubina, etc. En esta ocasión he utilizado el abadejo, es sencilla, rápida de hacer y es éxito asegurado.
1 Abadejo. Éste pesaba aproximadamente 1 Kg.
1 Cebolla grande
3 o 4 Patatas
1 Limón
2 Cayenas (opcional)
6 Cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Sal
PREPARACIÓN
El abadejo le podemos pedir al pescadero que nos lo prepare quitándole la cabeza, la espina central y abriéndolo en lomos. La cabeza y las espinas las podemos congelar y las aprovecharemos otro día para alguna sopa de pescado o para el fumé de una paella.
Una vez preparado el pescado, vamos con la cebolla y las patatas. Cortamos la cebolla en plumas.
Las patatas las cortamos como si fueran para tortilla de patatas.
Ponemos una sartén al fuego con el AOVE, echamos las patatas y la cebolla para freírlas un poco, ya que el pescado se hace mucho más rápido y si metemos todo junto en el horno, se nos quedarían crudas.
Ponemos un poco de sal y dejamos que se hagan hasta que las patatas estén blandas y empiecen a dorarse. De vez en cuando las movemos con cuidado para no romperlas.
Preparamos una fuente de horno y colocamos las patatas y cebolla repartidas por todo el fondo. Echamos un chorro de limón por encima.
Colocamos el abadejo sobre las patatas. Ponemos sal al pescado y echamos otro chorro de limón sobre él.
Picamos la cayena y la repartimos sobre el abadejo, si hemos decidido darle un toque picante. Ponemos un chorro de AOVE sobre el pescado. Precalentamos el horno a 180º y metemos la bandeja. A los 10 o 12 minutos comprobamos si está hecho.
Si lo está, lo sacamos y servimos acompañándolo con las patatas.
Es una receta sencilla que permite saborear e identificar los ingredientes que la componen y esto es lo que más aprecio en la cocina. Además el toque de los cayena está buenísimo. Gracias.
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