TARTA DE CREMA CATALANA A LA NARANJA

He preparado esta tarta, que es una verdadera delicia y a partir de ahora formará parte de mi recetario. La vi hace tiempo en el blog Mercado de Calabajío, blog que recomiendo sin ninguna duda, siendo sus recetas  garantía de éxito, la guardé y llegó su momento. Tiene ese sabor de la crema catalana aromatizado con la naranja, no es demasiado empalagosa y en definitiva, que si la probáis, pasará a formar parte de vuestras tartas preferidas con toda seguridad.

INGREDIENTES

200 gr. de galletas digestive

80 Gr. de mantequilla sin sal

La piel de una naranja y un limón

El zumo de una naranja mediana

6 Yemas de huevo

150 Gr. de azúcar blanco

400 Gr.  de nata para cocinar

350 Gr. de leche entera

40 Gr. de Maizena

1 Palito de canela

1 Sobre de gelatina Royal neutra

4 o 5 Cucharadas de azúcar moreno

PREPARACIÓN

Empezaremos preparando la base de la tarta. He utilizado un molde desmontable de 23,5 cm. de diámetro. Trituramos las galletas. Podéis utilizar digestive con naranja, que las tienen en el Lidl, si no, utilizáis digestive normales y les ponéis un poco de ralladura de la piel de la naranja, para aromatizarla.

Como he utilizado digestive de las normales, le he añadido la ralladura de naranja.

Derretimos en el microondas la mantequilla y la mezclamos en un bol con las galletas trituradas.

He puesto en la base del molde un papel de horno. Aunque no lo vamos a hornear, facilita el desmoldado.

Echamos la mezcla de las galletas, la repartimos uniformemente y la presionamos con una cuchara para que quede lo más compacta posible. Metemos el molde en el frigorífico.

Separamos las yemas de las claras del huevo, (Las claras no las vamos a utilizar, las podemos reservar para un bizcocho, para una tortilla, etc). Agregamos el azúcar blanco.

Con un tenedor o unas varillas manuales, mezclamos todo muy bien.

Incorporamos la Maizena, poco a poco y la vamos mezclando.

Añadimos la nata y mezclamos.

Reservamos.

Ponemos un cazo al fuego con la leche, la piel de la naranja, la del limón, sin nada de parte blanca y el palito de canela. Lo calentamos hasta que empiece a hervir, apagamos el fuego, tapamos el cazo y dejamos que repose un rato para que la leche absorba los aromas. 

Retiramos el palito de canela y las pieles de naranja y limón. Vertemos la mezcla que teníamos reservada en el cazo.

Por otra parte exprimimos la naranja, colamos el zumo y disolvemos el sobre de gelatina neutra en él. Lo añadimos al cazo donde teníamos todo. Subimos un poco el fuego y removemos sin cesar hasta que esté a punto de hervir. Con la cuchara vamos restregando bien el fondo para que no se nos pegue.  Poco a poco vemos como va tomando un poco de cuerpo, aunque no llega a espesarse demasiado. Como lleva bastante huevo, si llega a hervir pueden cuajarse las yemas y estropearíamos el postre. Si nos queda un poco granulado le pasamos la minipimer.

Sacamos el molde y vertemos todo lo del cazo.

Dejamos que se enfríe y lo metemos en el frigorífico, tapado con papel film o de aluminio para que no se reseque la superficie.

Un rato antes de servir, repartimos el azúcar moreno por la superficie, que quede toda cubierta y con un soplete la calentamos para que se funda. Si no tenemos soplete podemos gratinarla unos minutos en el horno.

Podemos proceder según nuestro gusto, si tostamos el azúcar con bastante antelación, se formará caramelo que escurrirá y bañará la tarta al cortarla, si lo hacemos inmediatamente antes de tomarla se formará una costra de caramelo crujiente. También podemos hacer una solución intermedia, donde tendremos el caramelo y la costra crujiente, tostando el azúcar una hora antes, más o menos.