ROLLOS DE AGUARDIENTE

Esta  receta la publiqué hace unos cuantos años, he hecho algunas correcciones y ese es el motivo de actualizarla. Es  una tradición en mi familia, sobretodo cuando se acerca la Navidad. Los hacía mi abuela, los hacía  mi madre y ahora yo y buena parte de mi familia. Estos rollos se conservan perfectamente por largo tiempo,  sin perder nada, ni endurecerse, guardándolos en una tuper, lata.... Os aseguro que si los probáis no dejaréis de hacerlos pues son muy fáciles de preparar, y el resultado es increíble. No os los perdáis. Los podemos hacer con aguardiente, con anís dulce o con mezcla de ambos

INGREDIENTES

La medida utilizada es una taza de 250 ml, (1/4 de litro) de capacidad.

3 Tazas, (de 1/4 de litro), de aceite de girasol. Total 3/4 de litro.

1 Taza de leche. Se puede sustituir por zumo de naranja

1 Taza de aguardiente. Puede ser anís dulce o mezcla de ambos

1 Taza de azúcar

3 Gaseosas, (gasificante para repostería). Podemos sustituirlas por un sobre de levadura tipo Royal

1.300 Gr. de harina

PREPARACIÓN

Con las cantidades que he puesto salen muchos, unas 3 bandejas de horno. 

 
Echamos en un bol el aceite, la leche (o zumo de naranja) y el anís, mezclamos bien todo.

Le añadimos poco a poco el azúcar y la vamos disolviendo en los líquidos.

Incorporamos los papeles blancos de las gaseosas y mezclamos bien con los líquidos hasta que se disuelva totalmente. A continuación preparamos la harina en un bol y la mezclamos con le papeles de color de las gaseosas. Vamos añadiendo la harina poco a poco. Si la tamizados antes, mejor, simplemente pasándola por un colador. La cantidad de harina es aproximada pues todas las harinas no absorben igual los líquidos. En cuanto podamos formar los rollos es señal de que no debemos poner más harina.

 Trabajamos un rato la masa para que quede todo perfectamente mezclado.

Ahora vamos a hacer los rollos. Preparamos dos platitos, uno con un poco de leche y el otro con azúcar. Formamos los rollos cogiendo un pellizco de masa, hacemos una especie de cilindro, de 1 cm. de diámetro,  rodándolo entre las palmas de las manos, le damos forma de rollo y lo mojamos por la parte que va a quedar boca arriba primero en la leche y a continuación en el azúcar.

Vamos colocando los rollos en la bandeja del horno, sobre un papel de hornear y los metemos en el horno, que habremos precalentado a 180°, calor arriba y abajo, durante 25 minutos aproximadamente, depende del horno. 

Cuando los veamos dorados, a nuestro gusto, los sacamos y dejamos enfriar.